Tal como nos ejercitamos a través de una actividad física, podemos hacerlo con nuestro cerebro. Es una forma de mantenerlo activo. Algunos investigadores han descubierto que el cerebro puede entrenarse. En la medida que se mantiene activo se pueden desarrollar más conexiones neuronales.

La imaginación permite poner nuestro cerebro en marcha a través de movimientos mentales.

Se pueden realizar ejercicios de imaginación sobre objetos, aromas, texturas, sabores, sonidos.


Primer ejercicio:

Toma una respiración lenta y profunda, inspira, expira. Repite hasta sentirte tranquilo(a), calmado(a).

Comienza mirando la palma de tú mano detalladamente. Cierra los ojos y forma una imagen mental del aspecto de la mano.

Ahora, abre tus ojos y compara la mano con tú imagen mental. Cierra los ojos y repite la acción, agregando más detalles de la mano en tú mente.

Puede ocurrir que algunas personas no ven imágenes mentales sino que se representan pensamientos con palabras, símbolos, sonidos, esto no es extraño y también es imaginar.

Ejemplos de ello: imagina la tierra mojada, la palabra amor, el sabor del limón, el sonido de la lluvia, la sensación de una caricia.


Segundo ejercicio:

Este es un buen ejercicio de imaginación de Jazmín Sambrano, psicóloga, y cuya formación y desempeño es bien amplio, sobre todo en técnicas de Súper aprendizaje

“Viaje en el tiempo:

Respira profundo. Relájate suavemente. No necesitas cerrar los ojos. Concéntrate en tú persona. Siente tu cuerpo como el centro del universo.

Vamos a recordar un momento de la infancia…Visualiza una puerta…ábrela…entra lentamente hacia una casa, la más antigua de las casas donde viviste…Allí, muy cerca, hay un niño, o una niña…eres tu mismo cuando tenías 7,8,9,10, años…

tu ser actual saluda a ese niño, tómalo de la mano… hazle cariño, dile que lo quieres…que para siempre lo protegerás, lo ampararás, lo acompañarás…lo ayudarás en todo lo que necesite.

Ahora sales a dar un paseo con ese niño, cuéntale que ahora serás su padre y su madre…escúchalo…siente su voz…trae mensajes para ti…

continua conversando suavemente con él, y cuando hayan terminado, devuélvelo a su casa , queda tranquilo, contento…

Ahora, poco a poco, cierras la puerta…la casa se ve cada vez más pequeña, como un punto en el horizonte de tú mente…

Ya en el tiempo actual te sientes reconfortado porque una parte de ti mismo está acompañada, protegida, segura…

te sientes bien, tienes una puerta nueva adonde recurrir cuando tu niño interno te necesite.

Llénalo de luz con la paz de tu mente y aliméntalo con la inmensa energía que proporciona”.

Puedes continuar dando rienda suelta a tu imaginación, siempre lo has hecho, sin embargo, te estás dando la oportunidad de darte cuenta que deliberadamente puedes llegar a ejercitarla.



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